Este mediodía descarriló el Tren a las Nubes a 15 kilómetros de Seclantás, en la Quebrada de los Toros. Recién a las 20 lograron regresar los pasajeros a la capital salteña, a bordo de varias camionetas de la empresa y de Gendarmería Nacional. Una vez en el lugar, el malestar de los turistas se hizo sentir.
"Queremos que nos devuelvan la plata ahora, no queremos que nos hagan un deposito más adelante", gritaba indignado uno de los pasajeros ya que la empresa comunicó que se les devolverá el dinero a través de esa modalidad.
En diálogo con LA GACETA, Ana Rosa -turista de Misiones- señaló: ''Estuvimos un buen tiempo sin saber lo que estaba sucediendo". La mujer indicó que se vivieron momentos de mucha desesperación, con el agravante de los más de 3 mil metros sobre el nivel del mar en los que estaban varados, sumado al frío cordillerano.
"Muchos entraron en crisis y la gran mayoría debió ser asistida con oxígeno. Después de esperar más de una hora nos hicieron caminar ocho kilómetros. Había familias enteras, personas mayores y discapacitados", destacó la turista entrevistada. Además reprochó el accionar de la empresa y dijo que "quedó en evidencia que el personal no está a la altura de las circunstancias, no había ningún plan de contingencia".